


|
La
torre y el puente
El
nuevo arte de la ingeniería estructural
David
P. Billington
Traducción
de Ignacio Payá Zaforteza,
Ramón Sánchez Fernández
y Juan
José Jorquera Lucerga
Prólogo a la
edición en
castellano de Ignacio Payá Zaforteza
ARTE
ESTRUCTURAL,
AHORA MÁS QUE NUNCA
Conocí
“The Tower and the Bridge” por casualidad. Estaba
un
día consultando libros en Internet mientras terminaba la
tesis
doctoral en un frío país del norte de Europa
cuando, de
repente, no sé cómo, apareció en mi
pantalla de
ordenador un sugerente título que incluía las
palabras
“The New Art of Structural Engineering”. Me
quedé
perplejo, el autor, un tal Billington, debía estar
equivocado,
pues llevaba yo ya muchos años estudiando y nunca antes
alguien
me había sugerido que la ingeniería estructural
pudiera
ser un arte. Encargué el libro enseguida, más
dispuesto a
encontrar argumentos con los que rebatir al autor que para convertirme
en un adalid de su causa. Pero todo fue inútil, el tal
Billington me conquistó sigilosa pero profundamente, casi
hasta
el punto de poner celosa a la hoy madre de mis dos hijos. Todo ello
porque caí rápidamente rendido ante sus
“encantamientos” y argumentos, ante las famosas
tres
E’s que constituyen los ideales que definen una obra de Arte
Estructural: la eficiencia o empleo de la mínima cantidad de
materiales, la economía o la búsqueda del menor
coste
posible y la elegancia. El hechizo fue tan grande que, animados por sus
ideas y equipados únicamente con sus libros, nos
embarcamos en la aventura de viajar por Suiza a la
“caza”
de los puentes de Maillart y de Christian Menn y a la
búsqueda
de las láminas de Isler. Para ello tuvimos que saltar
cercados,
compartir espacios con vacas y contactar con lugareños que
no
entendían qué se nos había perdido en
aquellos
confines del mundo. Un viaje memorable, una auténtica
aventura
que mínimamente ilustra las transformaciones que uno puede
sufrir cuando se da cuenta de que sí, que, efectivamente,
las
mejores obras de ingeniería estructural son obras de arte
que se
pueden apreciar y disfrutar como una buena película o una
buena
exposición de pintura, pero con un matiz importante, para
entenderlas y valorarlas es necesario visitarlas.
Treinta
años han pasado ya desde que el texto se publicó
por
primera vez, pero su espíritu, vigencia y fuerza permanecen
intactos. De hecho, pregunté recientemente a Billington si
cambiaría algo en una nueva edición de su libro y
su
respuesta fue tajante “no, no cambiaría ni una
coma”. El texto tiene un gran valor porque nos
ilustra los
logros y los valores de nuestros predecesores y al hacerlo eleva
nuestra mirada al mostrarnos y explicarnos algunos de los mejores
ejemplos de la profesión. Y por el camino surgen algunas
sorpresas y se reafirman algunas intuiciones. Así, el lector
descubrirá entre otras muchas cosas cómo la
abundancia
económica no favorece el desarrollo del Arte Estructural
sino
todo lo contrario, cómo el Arte Estructural va ligado a la
democracia y cómo esta nueva forma de arte, totalmente
independiente de la arquitectura, es impulsada por los concursos
públicos bien preparados.
En
momentos de
crisis como el actual es especialmente valiosa la
publicación y
lectura de este libro. Por un lado, nos permite ser optimistas y
esperar que la escasez agudice el ingenio y, en conjunción
con
un uso responsable e inteligente de los medios de cálculo y
construcción actuales, genere nuevas formas
arquitectónicas y estructurales. Por otro lado, las ideas de
Billington nos proporcionan herramientas para la crítica
constructiva de lo construido en el pasado reciente. Y esto es clave,
porque sin crítica no hay aprendizaje, y sin aprendizaje
repetiremos los errores del pasado. En esta línea, el relato
de
Billington nos muestra una dimensión social de la
ingeniería, pues al final es la sociedad quien
frecuentemente
acaba pagando con recortes sociales y pérdidas salariales
los
desarrollos ingenieriles poco justificados. Esto nos recuerda que las
grandes luces sobre ríos con poca o ninguna agua o los
grandes
espacios sin uso definido y sin programa viable (entre otros desmanes
recientes) no están justificados y nos permite
aprender
del pasado para no repetir los mismos errores en un futuro.
Además, los principios del Arte Estructural no son
aplicables
solamente al universo de la ingeniería de las grandes
dimensiones, sino que de ellos se deriva un sentimiento
ético,
un reconocimiento de lo recibido de nuestros antecesores y un amor por
el trabajo bien hecho que es aplicable a cualquier obra
independientemente de su tamaño y a cualquier
profesión.
Finalmente, el Arte Estructural es profundamente integrador. Frente al
dilema entre lo económico y lo funcional por un lado y lo
bello
por otro, nos da una tercera vía al mostrarnos
cómo
muchas de las más bellas y emocionantes obras de
ingeniería fueron también muy
económicas y
absolutamente remarcables desde el punto de vista ingenieril. Porque en
los mejores ejemplos de ingeniería estructural no hay
oposición sino fusión entre los principios
ingenieriles y
la belleza, hay integración de los aparentes opuestos y una
combinación de disciplina (respeto a las leyes de la
física, a la economía, a la funcionalidad, a la
naturaleza) y juego (tanteo de diferentes alternativas,
búsqueda
consciente de la elegancia). Y este proceso es ordenado magistralmente
por Billington. Por todo ello, el libro que el lector tiene entre sus
manos se ha convertido en un texto muy influyente entre
académicos y profesionales de las estructuras, en todo un
clásico de la “filosofía
estructural” como lo
son el “Razón y Ser” de
Torroja y el
“Construire Correttamente”
(“Structures” en su
versión en inglés) de Nervi.
La
edición
del libro se debe a la ilusión, tesón y paciencia
de
Valentín Alejándrez de Cínter. La
traducción ha sido un proceso disfrutado y madurado de casi
tres
años de duración, solo posible por la
incorporación al equipo de traductores de otros dos fans de
Billington, Ramón Sánchez y Juanjo Jorquera, y
por la
inestimable ayuda prestada desde Princeton por el propio David
Billington, Maria Garlock, Sigrid Adriaenssens y, muy especialmente,
por Ted Segal. Hemos incluido en esta versión una
línea
del tiempo que será de gran ayuda al lector para
seguir
los acontecimientos y obras narradas en el libro y para situarlos en su
contexto científico-técnico. La idea procede de
la
edición japonesa del texto y para su
materialización
contamos con la ayuda de Motoi Masubuchi de la TU Berlin y de Lete.
Quedamos en deuda también con otro apasionado de la historia
de
la construcción, el profesor Antonio Hospitaler de la
Universitat Politècnica de València, por la ayuda
recibida en la traducción del capítulo 2.
Los
años
han pasado y mi amor billingtoniano no ha disminuido sino que, al
contrario, se ha visto acrecentado por la relectura de sus libros, por
las experiencias vividas al calor de sus ideas y por el contacto
personal con el autor y con algunos de sus antiguos alumnos y
compañeros. Todo ello me reafirma en la potencia del
pensamiento
del autor, pero, sobre todo, en su extraordinaria calidad humana.
Billington es una persona entrañable, modesta, honesta y
sincera
como pocas, con un amor y una pasión por su trabajo
envidiable
que le llevó a reducir su dedicación a la
docencia y a la
investigación solamente al rebasar los 80 de edad y los 50
años de actividad docente.
Por
todo ello, les
animo a que sigan leyendo y a que disfruten con el libro. Espero que la
lectura les conquiste como hizo conmigo y que les lleve a descubrir
nuevas formas de ver las estructuras y las relaciones de estas con la
sociedad y la arquitectura. Si llegan al final probablemente ya nada
será igual, pues lo aquí expuesto tiene un gran
potencial
transformador y aplicaciones en muchos niveles. Llegado este momento,
solo me queda desearles que disfruten de la aventura empleando la frase
con la que me despido de mis alumnos al finalizar nuestros viajes de
estudios “¡que la Fuerza del Arte Estructural os
acompañe!”.
Valencia,
26 de
marzo de 2013
Ignacio
Payá Zaforteza
|
|
300 pág.
Tamaño:
15,5
x 23,3 cm.
Encuadernación rústica
Idioma: Español
ISBN: 978-84-939305-4-7
P.V.P: 25,00
€
» ver/hacer
comentarios al libro
» descargar
cubierta (jpg)
» nota de prensa (pdf)
»
prólogo de Ignacio
Payá Zaforteza
»
descargar
LÍNEA TIEMPO DEL ARTE ESTRUCTURAL
en español
» download
STRUCTURAL ART TIMELINE
in English
|