Este libro está dedicado a la difusión de la
figura de
Leonardo Torres Quevedo quien, desde la profesión de
ingeniero
de caminos, logró una serie verdaderamente asombrosa de
inventos
adelantados a su tiempo. Así llegaron el primer ordenador
personal (el aritmómetro de 1917), el primer mando a
distancia
eficaz (el Telekino), el primer dron, manejando una lancha desde
tierra, y los primeros autómatas de respuesta no prefijada
de la
historia de la Humanidad.
Es difícil comprender a un hombre fuera del contexto de su
época, y es aún más complicado cuando
ese hombre
es una figura de enorme relevancia para ese contexto como lo fue
Leonardo Torres Quevedo para la suya (1852-1936). Leonardo Torres
Quevedo fue un ingeniero de caminos casi imposible de abarcar, y
escribir de lo variado de su obra se hace complejo, en
comparación con otras biografías y trayectorias
más lineales, más centradas en un solo campo.